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- Susan
Habitualmente me encuentro con los estudiantes en un café. Ellos me reconocen porque han visto una foto mía en internet o porque les he dicho que tengo barba y gafas. Para bromear, añado que tengo aspecto de profesor.
Susan aparece por la puerta, hace cola para pedir su café y, mientras tanto, me busca con la mirada. La veo venir: alta y fuerte, camina con decisión, me mira fijamente, me reconoce y sonríe.
“Hola, Pedro. ¿Qué tal estás? Me llamo Susan.”
“Hola, Susan. ¡Encantado! Hemos intercambiado algunos mensajes, ¿verdad?”
La primera vez siempre hablo muy despacio y muy claro. Es importante conversar en español desde el primer momento.
“Sí. Estoy un poco nerviosa, perdóname.”
“No pasa nada. Es normal. Si te parece bien, en esta primera conversación podemos hablar en español todo y, al final, te digo mi opinión sobre tu nivel y hacemos un plan de trabajo. ¿Vale?”
Susan no comprende todo lo que yo digo, pero sonríe. “Estupendo.”, me dice. No pasa nada, no hay que entender cada palabra para poder comunicar. Continuamos.
“Muy bien, Susan. Cuéntame qué haces un día normal en tu vida.”
He cometido un error. El verbo “contar” es difícil y la forma “cuéntame” es imposible para los estudiantes iniciales. Susan me mira y dice “¿Qué significa cuéntame?” Perfecto, aquí tengo una estudiante que va a aprender mucho español. Si los estudiantes preguntan, es muy buena señal.
“Un día normal me levanto a las ocho, preparo el desayuno para mi familia y, después, llevo a los niños a la escuela.”
Esa no es la respuesta típica, pero Susan está preparada, ha estudiado mucho y ha memorizado algunas frases. ¿Cuál es la respuesta típica entonces? Lo normal es escuchar este tipo de respuestas: “Trabajo y… y, también, como.” Pausa. “Ah, y también ver la televisión.” Es lógico, hablar en español con una persona que no conoces no es fácil y la mayoría de los estudiantes están un poco nerviosos.
“Oye, Susan, ¿quieres de verdad aprender español o prefieres solo practicar conversación?”
“No, no, quiero saber cómo funciona la lengua y quiero comunicar en español.”
Después de varias lecciones con ella, comprendí que era una estudiante seria.
“Veo que estudias mucho todos los días y que siempre estás preparada.”
“Sí, intento aprender al menos una hora cada día, más las horas contigo, claro.”
“Tomas muchas notas durante la clase. ¿Qué haces con ellas?”
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